6º dia. Charleroi… y se acabó!
Como teníamos hasta las 12 para abandonar el hotel, pues eso que hasta las doce no lo abandonamos… aprovechamos el tiempo al máximo, descansando por la mañana y luego tomándonos nuestro tiempo para desayunar algo y hacer las maletas, y aunque hoy era día de retirada decidimos hace una última visita ya que al fin y al cabo el avión no salía hasta las 19:55.
En vez de quedarnos en Bruselas, que considerábamos lo suficientemente vista, decidimos coger anticipadamente un tren a Charleroi, que sale unos 4 euros más barato que el bus (y además este sólo sale dos horas y media antes de cada vuelo) y visitarlo cómodamente antes de coger el vuelo.
Cogimos el tren de las 12:24 y por los pelos, los de la cola no tenían prisa y según parecía no habría otro hasta al menos una hora después, es sábado y aquí al cerrar todo se ve que los trenes salen con menos frecuencia. Una vez en Charleroi, nos pillamos el habitual mapa en la info de la estación, dejamos las maletas en la consigna y a pasear. Aunque eso sí, justo al salir nos encontramos un kebab (aunque tenía de todo) y nos paramos sin más a comer, la hora invitaba a ello. Tenían un montón de salsas donde elegir y lo llenaban bien de vegetales variados por lo que el durum resultó delicioso.
El mapa nos proponía un recorrido por toda la ciudad que nos mostraría los principales enclaves y le hicimos caso. La verdad es que nos llevamos un chasco bastante grande. Comparada con todo lo que habíamos visto hasta ahora Charleroi se revelaba como un ejemplo de suciedad y desidia. Edificios importantes abandonados y descuidados, ramblas peatonales destrozadas y en general una ciudad destartalada y poco recomendable. Esto es Valonia y no Flandes… Y por el cafecito en un bar cutre de la plaza principal nos clavaron 2,20 €!! Al menos le sacamos provecho al comercio local, plagado de tiendas propiedad de extranjeros (allí no hay chinos, allí son casi todos moros) en las que Fer se enamoró de un pantalón que pilló a a buen precio.
Habíamos visto los horarios de los buses y las dársenas de salida antes de salir de la estación para así, al volver, que todo nos fuera más fácil. Pero el tema no fue así, resulta que el horario que nos dieron era para la línea A (directa al aeropuerto) pero cuando llegamos, a eso de las 17:45, resultó que la oficina de venta de billetes donde nos dieron la información ya estaba cerrada, el autobús A no aparecía por ningún lado (que tendría que haber salido a las 17:53) y la línea alternativa 68 no salía hasta las 18:38… demasiado ajustado teniendo en cuenta que el embarque se inicia a las 19:25. Así que nos pillamos un taxi que nos puso en el aeropuerto en 10 minutos. No lo intentéis vosotros, el tipo no bajaba de los 150!! Eso si que fue una carrera… 25 euritos, pero mira… allí estábamos y a tiempo para todo.
Bueno, un embarque rápido y un buen asiento. Salimos puntualitos y en hora y tres cuartos en casita. Aquí se acabaron nuestras vacaciones conjuntas en el extranjero aunque las de Beli continúan en Pontevedra.
Descansaremos bien este finde y el lunes tempranito, tempranito… camino de Galicia.
Allí nos vemos!!!
Besos Fer y Beli.
